El ser humano es una cosa curiosa. A menudo, estamos tan preocupados con las muchas obligaciones que tenemos: el trabajo, los estudios, las facturas, la hipoteca… y es entonces cuando tenemos que pararnos y pensar, ¿por qué estoy haciendo lo que hago? La pregunta es, ¿cómo no dejar de tener claro lo esencial?