Gigantes de la fe: Josué y Caleb
Todo padre sabe que los hijos aprenden con el ejemplo, imitando tanto rasgos buenos como malos, porque nos resulta más fácil obrar mal que hacer lo bueno como parte de nuestra condición caída, tal como Pablo expresa: "Porque no hago lo que quiero sino lo que aborrezco". Desde que nacemos somos moldeados por el poder del ejemplo, aprendiendo las cosas más básicas de la vida imitando a quienes tenemos cerca, y cuando somos adultos seguimos necesitando modelos de quienes, aunque no sean perfectos, podemos admirar y emular aquellos rasgos espirituales que los convirtieron en gigantes de la fe. Esta semana profundizaremos en los ejemplos personales de dos gigantes de la fe del libro de Josué: Caleb y Josué, explorando por qué se destacaron en medio de su generación y desempeñaron un papel clave durante uno de los períodos más cruciales de la historia de Israel.
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