Javier carga una enorme amargura por la muerte de sus seres queridos, buscando culpables, se refugia en el alcohol, esto afecta a su esposa Martha, que debe llevar la carga de cuidar de la casa sola, que ya ha empezado a afectar a Adrián, su hijo adolescente. Inesperadamente, la pandemia logra unir a esta familia que conoce más de Dios por medio del club de conquistadores.
¡Una historia que le demostrará que existe un Dios de lo imposible capaz de cambiar el corazón de las personas!